miércoles, 30 de septiembre de 2009

Armonía a cuatro voces

Durante el período que comprende los siglos XVII y XVIII, la música era concebida armónicamente a cuatro partes, es decir, cuatro notas por acorde y cuatro melodías distintas.

Por lo general, en el estudio de la Armonía la construcción musical es planteada para su interpretación vocal, y por tanto nos hemos de remitir al cuarteto de voces formado por soprano, contralto, tenor y bajo. Las voces de soprano y contralto se escriben en el pentagrama superior (en clave de sol), mientras el tenor y el bajo se ponen en el pentagrama inferior (en clave de fa). Es necesario para ello conocer la tesitura de cada voz, sabiendo que las notas extremas deben emplearse moderadamente.


Tesitura de soprano

Tesitura de contralto

Tesitura de tenor

Tesitura de bajo

Estos registros son aproximados y cada tratado da unas pautas para iniciarnos en el manejo de las cuatro voces. Para facilitar nuestra tarea, trabajaremos con las siguientes tesituras:


Soprano: de do3 a la4

Contralto: de sol2 a do4

Tenor: de do2 a sol3

Bajo: de mi1 a do3


Como la tríada contiene sólo tres notas, se hace necesario la duplicación de una de ellas para completar las cuatro voces. Por lo general, la nota a duplicar es la fundamental, aunque también es posible la duplicación de la tercera o la quinta, dependiendo del caso.

La tríada de sensible contiene un intervalo disonante (la quinta disminuida) que requiere un tratamiento especial, por eso no la usaremos hasta más adelante.

A la hora de disponer los acordes, es de uso común el colocar los intervalos amplios en la parte inferior, y los más pequeños en la parte superior.

Cuando las tres voces superiores están tan juntas como es posible, el acorde está en posición cerrada. Si la separación entre soprano y tenor supera la octava se llama posición abierta. Si es justo una octava, posición puente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por esto.
Me aclaro muchas dudas, sobre todo en cuanto al rango de cada voz.